🧼 Normas de etiqueta en las duchas del gym 🧼
(7 mandamientos a guardar)

El gimnasio es un santuario de sudor, esfuerzo... y de "cringe" cuando entras al vestuario. No falla: siempre está el que se pasea como si estuviera en su comuna rural nudista, el que se pasa 1h bajo el grifo o el que decide compartir a gritos su conversación telefónica con el resto. Para evitar convertirte en la persona a la que todos miran, hemos reunido 7+1 reglas básicas de etiqueta para las duchas del gym. Léelas, internalízalas y sé parte del cambio que quieres ver en el mundo. 

1. CHARLA SÍ, MEJOR CON ROPA PUESTA 

¿Coincidiste con un compañero del curro? ¿Te topaste con tu exsuegro en plena ducha? Un leve asentimiento de cabeza es más que suficiente.

 

Regla de oro: la conversación fluye mejor cuando los dos estáis, como mínimo, en calzoncillos. Si la situación se alarga, esperad a estar vestidos. El networking en pelotas todavía es demasiado de modernos y de reality shows de supervivencia.

2. EL BANCO NO ES TU HABITACIÓN

Sabemos que tu bolsa de gym tiene más complementos que la caja del Magia Borrás, pero no hace falta que los despliegues todos sobre el banco. Todos tenemos el mismo espacio, y hacer yoga para poder ponerte un calcetín mientras esquivas la espuma de afeitar del vecino y una toalla mojada ajena no es bien.

 

Comparte el espacio como compartirías una pizza: sin acaparar y cada uno su trozo. 

3. LA DUCHA PARA DUCHARSE Y PUNCH

No para limpiarse la nariz (dejando un Pollock en la pared), no para hacer pipí, no para cortarse las uñas de los pies… Que sí, el agua lo arrastra todo, pero también arrastra nuestra fe en la humanidad.

4. LO BUENO, SI BREVE…

¿Tienes la ducha para ti solo? Relájate y disfruta. ¿Hay cola de gente esperando? Pues toca modo Fórmula 1: Entra, enjabona, aclara, fuera. Tú también agradecerás que el siguiente lo haga igual cuando tú estés esperando tiritando con la toalla en la mano.

5. EL TELÉFONO, COMO EN EL VAGÓN DEL SILENCIO DE RENFE

Vale que no es el cine, pero tampoco el lugar para ponerle una banda sonora a tu vida o comentar a gritos la lista de la compra. A todos nos puede entrar una llamada y, si ves que la tuya se alarga (la llamada) más de 5 minutos… pues devuélvela en cuanto salgas del vestuario.

 

Pro-tip: ponlo en silencio también si dejas el móvil en la taquilla. Como en la ofi, a nadie le mola escuchar tus pitiditos del whatsapp en modo bucle sin encontrar al propietario cerca.

6. LAS CHANCLAS SON LOS NUEVAS CORBATAS 

Que sí, que está el eterno tema hongos pero lo de las chanclas en el gimnasio es algo más; como de hábito y señal de respeto y clase social. Puedes ser el tío más limpio del mundo… pero también es de gente bien parecerlo.

7. MIS OJOS ESTÁN AQUÍ ARRIBA

No juzgamos si se te escapa alguna mirada, pero la etiqueta demanda que cualquier contacto visual (en las duchas, en el urinal, en el vestuario, …) se realice ojo a ojo y, a ser posible, a la misma altura.

 

Esto es, intentando evitar grandes diferencias de altura que provoquen que tu compañer@ necesariamente le hable a tu miembro como si fuera el micrófono de aceptación de un Goya.

BONUS: SÉ TÚ, PERO SIN MOLESTAR

Cada gimnasio tiene sus costumbres, su rollo. Algunos son más relajados, otros más estrictos. Pero hay algo universal: el respeto. La ducha es un sitio donde todos queremos estar lo menos incómodos posible y está en tu mano hacérselo sencillo al resto.

 

¿Te has sentido identificado? ¿Has visto a alguno de estos especímenes en tu gym? 
Cuéntanos en los comentarios cuál ha sido tu momento más “WTF” en un vestuario, y si quieres evitar convertirte en el próximo protagonista de esas anécdotas, ya sabes qué hacer. 

 

P.D.: Y para una ducha disfrutona que pone la guinda a un entreno y recarga diaria en el gym, dale un try a nuestros jabones: Mintastic y Chill&Tea. Uno energetiza, despierta y quita granitos provocados por el sudor. El otro hidrata y nutre pieles resacas con una acabado suave y no graso. Puro placer sensorial para la ducha.

🧼 Normas de etiqueta en las duchas del gym 🧼
(7 mandamientos a guardar)

El gimnasio es un santuario de sudor, esfuerzo... y de "cringe" cuando entras al vestuario. No falla: siempre está el que se pasea como si estuviera en su comuna rural nudista, el que se pasa 1h bajo el grifo o el que decide compartir a gritos su conversación telefónica con el resto. Para evitar convertirte en la persona a la que todos miran, hemos reunido 7+1 reglas básicas de etiqueta para las duchas del gym. Léelas, internalízalas y sé parte del cambio que quieres ver en el mundo. 

1. CHARLA SÍ, MEJOR CON ROPA PUESTA 

¿Coincidiste con un compañero del curro? ¿Te topaste con tu exsuegro en plena ducha? Un leve asentimiento de cabeza es más que suficiente.

 

Regla de oro: la conversación fluye mejor cuando los dos estáis, como mínimo, en calzoncillos. Si la situación se alarga, esperad a estar vestidos. El networking en pelotas todavía es demasiado de modernos y de reality shows de supervivencia.

2. EL BANCO NO ES TU HABITACIÓN

Sabemos que tu bolsa de gym tiene más complementos que la caja del Magia Borrás, pero no hace falta que los despliegues todos sobre el banco. Todos tenemos el mismo espacio, y hacer yoga para poder ponerte un calcetín mientras esquivas la espuma de afeitar del vecino y una toalla mojada ajena no es bien.

 

Comparte el espacio como compartirías una pizza: sin acaparar y cada uno su trozo. 

3. LA DUCHA PARA DUCHARSE Y PUNCH

No para limpiarse la nariz (dejando un Pollock en la pared), no para hacer pipí, no para cortarse las uñas de los pies… Que sí, el agua lo arrastra todo, pero también arrastra nuestra fe en la humanidad.

4. LO BUENO, SI BREVE…

¿Tienes la ducha para ti solo? Relájate y disfruta. ¿Hay cola de gente esperando? Pues toca modo Fórmula 1: Entra, enjabona, aclara, fuera. Tú también agradecerás que el siguiente lo haga igual cuando tú estés esperando tiritando con la toalla en la mano.

5. EL TELÉFONO, COMO EN EL VAGÓN DEL SILENCIO DE RENFE

Vale que no es el cine, pero tampoco el lugar para ponerle una banda sonora a tu vida o comentar a gritos la lista de la compra. A todos nos puede entrar una llamada y, si ves que la tuya se alarga (la llamada) más de 5 minutos… pues devuélvela en cuanto salgas del vestuario.

 

Pro-tip: ponlo en silencio también si dejas el móvil en la taquilla. Como en la ofi, a nadie le mola escuchar tus pitiditos del whatsapp en modo bucle sin encontrar al propietario cerca.

6. LAS CHANCLAS SON LOS NUEVAS CORBATAS 

Que sí, que está el eterno tema hongos pero lo de las chanclas en el gimnasio es algo más; como de hábito y señal de respeto y clase social. Puedes ser el tío más limpio del mundo… pero también es de gente bien parecerlo.

7. MIS OJOS ESTÁN AQUÍ ARRIBA

No juzgamos si se te escapa alguna mirada, pero la etiqueta demanda que cualquier contacto visual (en las duchas, en el urinal, en el vestuario, …) se realice ojo a ojo y, a ser posible, a la misma altura.

 

Esto es, intentando evitar grandes diferencias de altura que provoquen que tu compañer@ necesariamente le hable a tu miembro como si fuera el micrófono de aceptación de un Goya.

BONUS: SÉ TÚ, PERO SIN MOLESTAR

Cada gimnasio tiene sus costumbres, su rollo. Algunos son más relajados, otros más estrictos. Pero hay algo universal: el respeto. La ducha es un sitio donde todos queremos estar lo menos incómodos posible y está en tu mano hacérselo sencillo al resto.

 

¿Te has sentido identificado? ¿Has visto a alguno de estos especímenes en tu gym? 
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Mintastic

Jabón sólido corporal que limpia, exfolia y despierta hasta a los que apagan cinco alarmas cada mañana. Su mezcla de carbón activado, menta y polvo volcánico elimina impurezas, suaviza la piel y deja una sensación glaciar que te hará dudar de si estás en la ducha o en una cascada en la montaña.

15,99 €

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Chill & Tea

Jabón sólido corporal con té verde, arcilla verde y manteca de karité. Limpia en profundidad sin resecar, nutre sin sensación grasa y deja la piel restaurada y sedosa.

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